La Crassula ovata, conocida comúnmente como árbol de jade, es una de las plantas de interior más comunes. Con sus tallos gruesos y leñosos y sus hojas de forma ovalada, las plantas de jade tienen un aspecto de árbol en miniatura que las hace muy atractivas para su uso como planta de interior. Viven mucho tiempo, por esta razón se heredan de generación en generación llegando a alcanzar una altura de 90 cm o más cuando se cultivan como planta de interior.
A medida que tu planta de jade crezca, dejará caer naturalmente las hojas más viejas. Sin embargo, un aumento en el ritmo de pérdida de hojas puede indicar un problema. Para solucionarlo, puede que tengas que ajustar la frecuencia de riego y comprobar si la planta tiene plagas. La falta de luz y las temperaturas frías también pueden estar relacionados con esta pérdida prematura de hojas.
Riego excesivo
A las plantas de jade no les gusta tener el sustrato húmedo y son vulnerables a la podredumbre de las raíces. Nunca dejes la maceta de tu planta con agua estancada. Comprueba frecuentemente la tierra, si sus hojas se vuelven amarillas y empiezan a caerse. Si está húmeda o empapada, evita el riego hasta que la tierra se seque por completo. Si observas secciones blandas en el tronco o las ramas de la planta de jade, sácala de la maceta y lava la tierra de las raíces. Corta las ramas o raíces blandas y vuelve a plantar la planta en una mezcla de maceta para suculentas. Utiliza una maceta limpia cuando vuelvas a plantar tu Jade si la podredumbre es el resultado de una infección por hongos.
Riego deficiente
Las plantas que no reciben suficiente agua suele originar que pierdan sus hojas rápidamente. Si las hojas inferiores de tu planta de jade se arrugan y luego se caen, comprueba la humedad de la tierra. Si está completamente seca, riega la planta a fondo. Riega una planta de jade cada vez que se seque la capa superior del sustrato. Estas plantas añaden hojas y brotes durante el verano y necesitan más agua durante esos meses. La planta utilizará menos agua en invierno, pero seguirá necesitando un trago de vez en cuando.
Luz
Si tu planta de jade está perdiendo sus hojas a principios del invierno, probablemente no esté recibiendo suficiente luz solar. Acerca tu planta a una ventana, pero mantenla a unos centímetros del cristal. Las corrientes de aire en invierno son tan perjudiciales como la falta de luz. Si sospechas que tu ventana sea demasiado fría o tenga corrientes de aire para la planta, complementa la luz que recibe con una con luz artificial.
Temperatura
La Crassula ovata se desarrolla mejor a temperaturas entre 13 y 24 °C. Las heladas matarán a la planta, pero tanto las temperaturas más frías como las más cálidas pueden provocar la caída de las hojas. Vigila el termómetro durante todo el año, manteniendo tu planta alejada tanto de las corrientes de aire como de los radiadores.
Un cambio brusco de temperatura causado por una mudanza también provocará la caída de las hojas. Las hojas volverán a crecer cuando tu planta se haya adaptado a su nuevo entorno. Para evitarlo, aclimata gradualmente tu planta a un nuevo lugar colocándola allí sólo durante unas horas cada vez. Aumenta gradualmente el tiempo que tu planta de jade permanece en su nueva ubicación antes de hacer el cambio de forma permanente.
Plagas
Estas plantas suculentas son vulnerables a las infestaciones de cochinillas. Estas plagas hacen que las hojas se vuelvan pegajosas y pueden favorecer la aparición de moho negro. También provocan la caída de las hojas y su deformación. Trata las cochinillas y las escamas frotándolas con un pincel o un algodón humedecido en alcohol. Evita los jabones insecticidas y los aerosoles, ya que pueden dañar la propia planta. Trata diariamente las plagas que veas que empiezan a desaparecer.
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Muchas gracias por vuestra información. Me ha servido mucho.