Azalea Rhododendron simsii

La azalea es un arbusto de hoja persistente, rústico, que florece en primavera. Sus hojas son de color verde oscuro, brillantes, duras, lanceoladas y con el margen entero. Las flores surgen del extremo de las ramas, agrupadas en un número de dos a cinco, y presentan colores muy vistosos.

A inicios de la primavera, coincidiendo con el final de la floración, habrá que realizar una poda ligera, que consiste en eliminar las flores que quedan en la planta y aquellas ramas que sobresalen más. El corte se realizará justo encima de una yema o sobre el ápice de de hojas pequeñas. La luz que reciba la planta ha de ser siempre indirecta.

El riego de la azalea tiene que ser abundante durante el verano (habrá que mantener el sustrato siempre húmedo y se realizarán dos pulverizaciones, si es posible, al día). En otoño y en invierno habrá que reducir el riego y se mantendrá el sustrato húmedo pero no sin empaparlo.

Esta planta no requiere temperaturas demasiado altas (estas, combinadas con riegos escasos, serían la principal causa de que se marchitaran las hojas y los capullos). A partir del otoño las temperaturas habrán de ser inferiores a 16 °C.

Se debe fertilizar la azalea con un abono líquido junto con el agua de riego cada dos semanas, desde la primavera hasta el otoño.

La azelea es susceptible especialmente el ataque del gorgojo, un insecto que actúa principalmente por la noche y que produce heridas en forma de semicírculo en el margen de la hoja. Se puede colocar una tela sobre el sustrato y sacudir boca abajo la planta cada noche para que caiga el insecto.

El Rhododendron simsii se propaga mediante esquejes que obtendremos de las partes más leñosas y que trataremos en su base con polvo hormonal. Estos esque- jes deben tener entre 5 y 8 cm de longitud. También puede reproducirse mediante semillas.