7 Plantas venenosas para perros, mucho cuidado con ellas

plantas tóxicas perros mascotas jardín

¿Se ha preguntado alguna vez qué plantas son tóxicas para los perros? Hay muchas plantas que pueden causar malestar estomacal en los perros, pero también hay aquellas que pueden causar enfermedades graves o, en casos extremos, la muerte. Y son bastante comunes.

Si a su perro se le permite moverse libremente por la tierra, donde ha plantado varias plantas, es hora de familiarizarse con las plantas que pueden dañarlo, y no cultivarlas en el jardín delantero, en el patio o en las ventanas.

Lirio

Hay muchas variedades diferentes de lirios, algunos son más tóxicos que otros. Los cristales de oxalato, que se encuentran en todas las partes de la flor, tienen efectos tóxicos. Debemos mantenerlos fuera del alcance de las mascotas, ya que su consumo puede provocar enfermedades graves, incluso la muerte.

Cada parte de estas plantas, incluso el polen, es tóxico y causa insuficiencia renal completa en tan solo treinta y seis horas. Los síntomas iniciales incluyen letargo, vómitos y pérdida de apetito. Si sospecha que su perro ha comido alguna parte de alguna de estas plantas, consulte a un veterinario de inmediato.

Narciso

Esta tierna y soleada flor de primavera es popular entre muchos cultivadores. Sin embargo, las flores de narciso son tóxicas para los perros, incluso las cebollas representan un riesgo para la salud. Las flores y bulbos de narciso contienen un compuesto químico llamado licorina que causa vómitos. Aunque no suele provocar la muerte, el perro puede sufrir mucho. Síntomas que el perro ha probado a narciso: babeo, náuseas, vómitos, diarrea, dolor abdominal, respiración anormal y ritmo cardíaco anormal. Si nota estos síntomas, consulte a un veterinario.

Azafrán

El azafrán se vende en dos variedades básicas, crocus speciosus, que florece en primavera, y colchicum autumnale, que florece en otoño. Las plantas de azafrán que florecen en primavera son menos tóxicas que la variedad que florece en otoño, pero aun así debes evitarlas si tienes un perro. El consumo de flores de azafrán de primavera provoca vómitos y diarrea. Afortunadamente, es poco probable que se produzcan daños permanentes. En otoño, el azafrán en flor contiene colchicina, que es muy tóxica para los perros. Puede causar hemorragia gastrointestinal, vómitos intensos, insuficiencia renal, hepática y respiratoria.

Begonia

La begonia es otra planta común y popular que es tóxica para los perros. El primer síntoma que siente un perro cuando comienza a comer plantas de begonia es un intenso ardor e irritación de la boca. Si come flores de begonia, se producen vómitos intensos, salivación excesiva y dificultad para tragar. Afortunadamente, esto rara vez conduce a un daño permanente, porque deja de comer la planta inmediatamente.

Rododendro

Los rododendros son hermosos pero muy tóxicos para varios animales, incluidos los perros. Las hojas provocan indigestión, diarrea, anorexia, salivación excesiva y pérdida de coordinación. Al ingerir grandes cantidades (o en animales más pequeños) debilitan el ritmo cardíaco. Las hojas son la parte más tóxica de la planta, aunque todas las partes del rododendro son peligrosas para los perros.

Crisantemo

Los crisantemos son hermosas flores que florecen en otoño, pero contienen venenos como piretrinas, sesquiterpenos y lactonas. Aunque estos productos químicos son eficaces para proteger las flores de los insectos, son peligrosos para muchos animales cuando se consumen. Se dice que su dulce olor atrae a los perros. Sin embargo, el daño permanente al cuerpo requeriría una gran cantidad de estos químicos, pero el perro sufrirá vómitos, diarrea, aumento de la salivación y pérdida de coordinación.

Tulipán

Las hojas y flores de tulipán no representan un gran peligro para el perro, pero los bulbos de tulipán sí. Contienen altas concentraciones de lactonas alergénicas. Los síntomas más comunes que nota en un perro después de comer un bulbo de tulipán incluyen vómitos, diarrea, salivación excesiva y deshidratación. Los síntomas más graves son aumento de la frecuencia cardíaca, cambios en la respiración, convulsiones y anomalías cardíacas.