La Echeveria tolimanensis es una suculenta única que forma rosetas de hojas carnosas, curvadas, casi cilíndricas, de color blanco verdoso a blanco violáceo. Mantiene una cobertura foliar completa en sus tallos cortos, normalmente no ramificados. Las hojas miden hasta 9 cm de largo y 1,3 cm de diámetro. Suelen caerse con facilidad. Las flores son de color rojo coral, con forma de campana, y aparecen en un tallo alto en verano.
Nombre científico
Echeveria tolimanensis Matuda
Taxonomía
Familia: Crassulaceae
Sub familia: Sedoideae
Tribu: Sedeae
Sub tribu: Sedinae
Género: Echeveria
Cómo cultivar y cuidar
La mayoría de las especies comunes de Echeveria no son suculentas complicadas de cultivar, siempre que sigas unas cuantas reglas básicas. En primer lugar, ten cuidado de no dejar nunca que el agua se asiente en la roseta, ya que puede causar podredumbre o enfermedades fúngicas que matarán a la planta. Además, elimina las hojas muertas de la parte inferior de la planta a medida que crece. Estas hojas muertas son un refugio para las plagas, y las Echeverias son susceptibles a las cochinillas. Como en el caso de todas las suculentas, unos hábitos de riego cuidadosos y mucha luz ayudarán a garantizar el éxito.
Transplanta si es necesario, preferiblemente durante la temporada cálida. Para trasplantar una suculenta, asegúrate de que la tierra esté seca antes de trasplantarla, luego retira con cuidado la maceta. Retira la tierra vieja de las raíces, eliminando las raíces podridas o muertas en el proceso. Trata los cortes con un fungicida. Coloca la planta en su nueva maceta y llénala con tierra para macetas, extendiendo las raíces a medida que trasplanta. Deja que la planta se seque durante aproximadamente una semana, luego comienza a regar ligeramente para reducir el riesgo de pudrición de la raíz.
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