¿Conoces el Feng Shui? Este arte pretende armonizar la energía de un lugar para promover el bienestar de sus ocupantes. Pues bien, según el Feng Shui, poseer un árbol de jade traería fortuna, suerte y energía positiva. ¡Es la PLANTA que hay que tener!
Como sabemos, las plantas tienen muchas virtudes. Purifican el aire, embellecen, ayudan a dormir, pero la Crassula, también llamada árbol de Jade o de la prosperidad, tiene muchos más beneficios inestimables. Se dice que es una planta que atrae el dinero y también es un poderoso símbolo de buena suerte. Tantas razones para regalar y darse un capricho.
El árbol de Jade o la planta del dinero
Esta planta originaria de Sudáfrica recibe su nombre por su hermoso color verde jade. Muy fácil de mantener, sólo hay que mantenerla en el interior, en un lugar luminoso, pero no a pleno sol, con un poco de agua de vez en cuando. Este mantenimiento favorecerá su florecimiento y la emisión de energías positivas que se supone influyen en el ámbito de las finanzas, los negocios y la carrera. Por lo tanto, es esencial mantenerla en buen estado de salud. En particular porque su crecimiento representa tu propia evolución o el aumento de tus ingresos y además, la forma de sus hojas recuerda a las pequeñas monedas. Así que haz lo que tengas que hacer para que no se pierdan.
¿Dónde colocar tu árbol de Jade para beneficiarte de su bendición?
Los expertos en Feng Shui recomiendan colocar esta planta a la derecha de la entrada principal de la casa, orientada al norte. Unas cuantas monedas colocadas en la maceta aumentarán su poder. También puedes colocarla en una maceta metálica de color azul, que recuerda a la plata.
Crassula oavata: ¿una planta que atrae la suerte?
Al igual que el bambú de la suerte, el árbol de Jade también atrae la suerte. Es el regalo perfecto para la inauguración de una casa, pero también se puede regalar en otras ocasiones como una boda o en un nacimiento. Por último, este árbol de la suerte también es conocido como el árbol de la amistad, ya que promete amistades intensas y duraderas con quienes pasen por su puerta (¡sobre todo si vienen a cuidar de tu Crassula mientras usted no está!).
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