¿Por qué no florecen las orquídeas?

¿Por qué no florecen las orquídeas?

¿Quieres saber por qué no florecen las orquídeas? Aquí te damos algunos consejos para que tus orquídeas florezcan, claro está siempre que tengan las condiciones adecuadas que describimos a continuación.

Por qué no florecen las orquídeas. Las orquídeas son una de las plantas ornamentales más apreciadas por la belleza de sus flores y por sus llamativos colores. Asimismo, son plantas muy delicadas que requiere de cuidados específicos para mantenerse sana.

Si quieres regalar una orquídea o te han regalado una y no tienes muy claras las necesidades y los cuidados de estas plantas, estás en el lugar correcto, ya que en este post te vamos a contar cómo cuidar una orquídea para que decore tu casa o la de quien vaya a recibir tu regalo por mucho tiempo.

Lo primero que debes hacer es identificar la especie de orquídea que tienes. Existen muchos géneros de orquídeas, Phalaenopsis, Oncidium, Cambria, Dendrobium, Vanda, etc., siendo el primero el más común y extendido. Conocer  el tipo de orquídea te ayudará a conocer sus características y los cuidados específicos que requieren, los cuales pueden variar bastante según el género. A continuación de damos los mejores consejos para que sepas por qué no florecen las orquídeas:

Comprobar el estado de salud de la planta

Hay que entender que la floración de cualquier planta demanda un importante desgaste de energía y nutrientes, por lo que una planta que no esté completamente sana no florecerá hasta estarlo. En el caso de las orquídeas, es sencillo identificar cuál es su estado de salud. Para saberlo, debemos fijarnos en dos aspectos que nos darán las pistas necesarias para saberlo.

Por un lado, sus hojas: una orquídea sana presentará hojas de color intenso, signo de que ha sido debidamente hidratada.

Por otro, es importante revisar el estado de sus raíces. Además de decirnos el estado de la orquídea, son la mejor manera de conocer si el riego que estamos aplicando es el adecuado. En líneas generales, una orquídea sana tendrá las raíces verdes cuando está recién hidratada o en tonos plateados cuando está demandando ya un nuevo riego.

También hay que contemplar que la orquídea es una planta que separa muy bien sus funciones vegetativas. O, lo que es lo mismo, que si está generando hojas o raíces no creará una vara floral.

La luz, clave para la floración de orquídeas

Si la orquídea recibe poca luz, la planta no desarrollará nuevas flores. Esto es especialmente cierto en primavera ya que es la estación cuando la planta debería recibir más luz y durante más tiempo ya que los días se alargan. La luz es un elemento importantísimo para la estimulación floral y, por tanto, debemos asegurarnos que la planta está en un lugar que sin darle el sol directo, recibe una buena iluminación natural. Es también en primavera cuando se dan las condiciones de cambio de temperatura que actúan de estimulante de la floración como veremos seguidamente.

Las orquídeas como la Phalaenopsis pueden florecer más de una vez al año si tienen las condiciones idóneas. Sin embargo, lo más habitual en la mayoría de las especies más comunes que tenemos en casa (Phalaenopsis, Oncidiums, Dendrobiums, etc.), lo hagan una vez al año iniciando el proceso de producir las varas florales coincidiendo con el cambio de estación (desde finales de invierno a inicios de primavera).

En el caso de la Phalaenopsis necesitaremos para estimular la floración, si disponemos de la cantidad de luz adecuada, la orquídea notará además el alargamiento de horas de luz solar durante la primavera lo que constituye un elemento esencial para su adecuada floración.

Contraste de temperatura adecuado

Aunque no es algo en lo que podamos generalizar, ya que la familia de las orquídeas procede de múltiples latitudes con sus propios climas, sí es cierto que muchas de las plantas de esta familia necesitan variaciones de temperatura para poder florecer. Una forma de recrear lo que vivirían en un estado natural, y que les permite continuar con su ciclo normal de floración. Lo ideal es que conozcamos su calendario de floración anual y, desde un par de semanas antes del inicio de esta fase, empezar a someter la planta a descensos nocturnos de temperatura.

Por ejemplo: la Phalaenopsis, una de las orquídeas más populares, tiene una floración de primavera. Para lograr la floración de esta orquídea rápidamente, podemos comenzar desde el mes de abril a mantenerla durante el día en una temperatura de confort de 21 grados y por la noche a una en torno a 15.

Adecuada humedad ambiental

Lo mismo que en el caso de la temperatura, este punto está implícito en los orígenes de las orquídeas ya que estas proceden en la gran mayoría de casos, de climas tropicales húmedos. Algo que determina su naturaleza, y más si tenemos en cuenta que en estado salvaje las orquídeas suelen vivir suspendidas de árboles con las raíces al aire.

Usar un abono de floración específico para orquídeas

Las orquídeas necesitan fertilizante para florecer adecuadamente. Hay muchos tipos de fertilizantes de orquídeas en las tiendas de jardinería, hay desde los más baratos hasta los más caros. Pero la verdad es que a las orquídeas no les importan los nombres de las marcas. Todo lo que necesitan es una fertilización ligera.

Las orquídeas no pueden absorber tanto fertilizante como las plantas que crecen en el suelo o en una maceta, debido a sus raíces de tipo epífita. Si reciben demasiado fertilizante muy frecuentemente se pueden morir. Así que recuerda fertilizar semanalmente y en poca cantidad.

Una vez a la semana, procede a fertilizar tus orquídeas con el abono que tengas y utiliza la mitad de la dosis recomendada al regar tus orquídeas.

En invierno, debes abonar una vez al mes, y de vez en cuando, debes lavar las sales de fertilizante en exceso que se han acumulado de regar las orquídeas.

En definitiva, si en tu orquídea no salen flores deber revisar que algunas de estas condiciones no estén afectando a la planta negativamente.