Peperomia Peperomia caperata

La peperomia es una planta herbácea, de abundante follaje. Las hojas, cordiformes y enteras, se caracterizan por su aspecto arrugado y carnoso; miden 4 cm, y presentan un color verde oscuro brillante. Las espigas florales, de color blanco, aparecen entre abril y diciembre, y pueden alcanzar una longitud de 13-15 cm. La peperomia es una planta de pequeño tamaño, que alcanza 25 cm de altura.

Lo más importante para el cuidado de la peperomia es evitar los rayos directos del sol (las hojas se quemarían), y se mantendrá una temperatura moderada con buena humedad. Si la planta se mantiene en ambientes sombríos, las hojas tienden a perder colorido; por tanto, habrá que ubicarla siempre en lugares bien iluminados, pero donde no se encuentre expuesta de forma directa a los rayos solares.

El riego de la planta peperomia ser moderado; se debe sumergir la maceta en agua durante una hora aproximadamente, y esta operación se repetirá una vez por semana, siempre y cuando el sustrato esté seco. También conviene pulverizar frecuentemente las hojas.

La temperatura ideal de esta planta está entre 18-20 °C, con buena humedad ambiental, y nunca debe ser inferior a 13 °C.

Entre otoño habrá que abonar la peperomia; para ello, se disolverá el fertilizante (la mitad de la dosis aconsejada) en el agua de riego, y se repetirá la operación cada tres semanas.

Esta planta de interior suele ser sensible a los hongos de pudrición, denominados comúnmente como «mal de pie». En cuanto a las plagas, puede ser atacada por la cochinilla algodonosa. Un ambiente muy seco puede favorecer también la aparición de plagas de araña roja.

La peperomia es una planta que se reproduce con gran éxito, durante la primavera, la propagación se realiza mediante esquejes de hoja o ápices vegetativos de 6 cm aproximadamente y con 1-2 hojas.