Fitonia, fittonia Fittonia verschaffeltii

La Fitonia es una planta herbácea perenne, de tallos rastreros y pubescentes. Hojas: enteras de 3 a 5 cm de largo, verde claro, con nervaduras blancas. Flores pequeñas, dispuestas en espigas poco vistosas. La fitonia no exige mucha luz, si la tiene, esta debe ser difusa. Puede tolerar algunas horas de sol mientras sean las horas más frescas bien por la mañana bien entrada la tarde, debemos evitar exponerlas al sol directo fuerte ya que podría causar quemaduras a las hojas. Es ideal para lugares algo umbríos, donde muchas otras no podrían vivir ella estará muy cómoda. A la sombra de ejemplares más altos es una buena ubicación para cultivarla. No conviene situarlas en lugares donde haya peligro de corrientes de aire.

La fittonia es una planta resistente al calor pero no soporta el frío. Por debajo de los 15º la planta empieza a perder sus hojas.

La fittonia es fácil de mantener en casa. Aunque puede aguantar bien en zonas poco iluminadas, lo mejor es ubicarla en un lugar bien iluminado, se debe evitar, en todo momento la luz solar directa en la planta ya que la quemarían.

Esta planta necesita un riego frecuente, evitando que el sustrato se seque. Además es necesario que la humedad del ambiente sea alta por lo que es conveniente pulverizar frecuentemente con agua la planta, en especial en los meses más calurosos del año.

El abonado se debe realizar cada 2-3 semanas diluido en el agua de riego. Se debe usa un abono foliar para las hojas.

La fitonia no necesita de mucho sustrato, por lo que podemos colocarlas en macetas pequeñas o contenedores rellenos de sustrato universal.

Para interiores con buena iluminación. En exteriores en balcones. Para tener una mata compacta y redondeada, recorta en verano las puntas de los tallos, así se estimula la ramificación. Las hojas amarillas o secas se deben eliminar, son un foco para la aparición de enfermedades.

Presenta susceptibilidad al ataque de pulgones y a pudriciones causadas por hongos.

Los tallos de la fitonia desarrollan raíces muy fácilmente. En primavera o verano, separa estos retoños de la planta madre y plántalos de manera individual en recipientes rellenos de compost o una mezcla de tierra con turba. Debes mantener las plantitas a 21 °C hasta que aparezcan las nuevas hojas.

También se puede obtener esquejes de la punta de los tallos. Corta justo debajo del cuarto par de hojas por encima de un nudo, retira el par inferior e introduce la punta en una maceta rellena de una mezcla humedecida creada con partes iguales de arena gruesa y turba esta mezcla evitará que la maceta esté demasiado húmeda. Debes mantener los esquejes a 21 °C hasta que desarrollen raíces. Cuando los esquejes hayan prendido debes plantar 5 esquejes en una maceta de tamaño mediano.