Si te has preguntado, si el nombre de esta planta guarda relación con la especie animal, la respuesta es sí; pues la planta posee rayas horizontales que nos recuerdan a las cebras. Generalmente es cultivada en jardines, pero también en macetas para la decoración de interiores.
La Haworthiopsis fasciata posee una textura cautivante que invita a tocarla, para entrar en contacto con sus líneas horizontales blancas que resaltan sobre el fondo verde de la hoja. Y como toda planta suculenta debes tener un cuidado especial, pero especial no significa complicado sino atención en el cultivo.
Presta atención a las siguientes recomendaciones:
Suelo y Sustrato:
Son plantas que necesitan un terreno con un drenado que retenga la humedad. Para ello, usa una mezcla de arena o perlita y turba o fibra de coco. Como toda suculenta, la planta cebra almacena agua en cantidades mayores que cualquier otra planta por eso necesita un suelo especial.
Iluminación:
Haworthiopsis fasciata es una planta que necesita gran cantidad de luz directa. Generalmente son ubicadas en la ventana por espacio de unas 8 horas para recibir la cantidad de luz apropiada, pero sí notas que en temporada de verano comienzan a adquirir una tonalidad rojiza, significa que están recibiendo mucha luz, por tanto, debes cambiarla de lugar o disminuir el número de horas. Si la planta es joven, es mejor no tenerla mucho tiempo al sol directo ya que puede dañarla.
Temperatura:
Es una planta que en promedio necesita unos 22° C, aunque resiste temperaturas bajas, pero para ello el suelo debe estar seco. Como toda especie de temperatura cálida, no la pasa muy bien en invierno. Temperatura baja, más humedad, más corrientes frías son la condiciones perfectas para que la cebra enferme y puede llegar hasta morir sino se le presta el cuidado oportuno.
Riego:
La cantidad de agua está en relación con las diversas etapas de su crecimiento y el clima. Normalmente, debes aplicar un buen riego durante la época de crecimiento para que el suelo se mantenga húmedo pero no cuidando que no se empape. En primavera, debes regarla moderadamente y en verano también, pero el resto del año, casi que no necitas hacerlo. Con la humedad del ambiente será más que suficiente, recuerda que es una suculenta y que cuenta con almacenamiento de agua propio. Si vives en un lugar donde el aire es seco rocía las hojas, pero evita que el agua se acumule en ellas.
Abono:
Aplica el fertilizante cada tres semanas, en promedio, durante la temporada de crecimiento, pero evita hacerlo en invierno. Puedes utilizar abono líquido para que puedas mezclarlo con el riego de primavera y de verano. Cuando la planta ha desarrollado, con un abonado al mes es suficiente. Puedes usar como abono fertilizante el humus de lombriz, pero nunca un fertilizante que sea alto en nitrógeno. No es recomendable para este tipo de plantas.
Reproducción:
Generalmente, la Haworthiopsis fasciata se propagan a través de esquejes, los cuales puedes obtenerlos cortando unos 5 cm. de tallo cortado de una de las extremidades y luego le aplicas hormonas de enraizamiento para ayudar a que crezcan las raíces.
Enfermedades:
Puede verse afectada por las cochinillas cerosa y algodonosa, que deben retirarse a mano, y la araña roja en ambientes muy secos (es importante revisar periódicamente el envés de las hojas, aumentar la humedad ambiental y aplicar un acaricida). El follaje se debe limpiar con un paño humedecido con agua ligeramente jabonosa, nunca con abrillantadores.
Recipiente o maceta:
Hemos dejado para el último esta recomendación, pero eso no significa que sea menos importante que las anteriores. Una cebra cuando alcanza su desarrollo llega a tener unos 60 cm de altura, no es una planta grande, y si a ello le sumas el tipo de raíces: pequeñas y compactas, lo recomendable es que uses una maceta pequeña para que las raíces mantengas su estructura. Luego, podrás pasarla a un recipiente más grande o un terrario, para que puedas disfrutar de su compañía.
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