La capacidad de una planta para adaptarse a distintas condiciones es sorprendente. Las flores en macetas son de las más comunes que se utilizan para decorar el hogar o para tener un aire fresco en lugares. Es ideal para cualquier tipo de jardín.
El mejor momento del año para nutrir tus plantas es durante la primavera. Debes considerar que se deben preparar para el invierno, que es la época más fría del año. Por eso es por lo que hablar sobre los mejores abonos para flores es fundamental.
Los mejores fertilizantes para un jardín de flores
Cuando una planta esta sana no requiere fertilizantes. No está mal aplicarlos, la recomendación es que utilices los orgánicos. Pueden ofrecer resultados de mejor calidad y que no contaminen el suelo, sino que ayuden a volverlo estéril. En este caso, al tratarse de flores en macetas este es menos relevante.
Hay diferentes tipos de abonos para plantas que se pueden utilizar para nutrirlas. Entre los cuales se encuentran los siguientes:
- Abonos orgánicos: son excelentes porque están hechos a base de productos naturales y dan como beneficio extra que enriquecen el suelo. Se complementan con los abonos minerales.
- Abonos minerales: han sido creados con fórmulas que contienen nitrógeno, potasio, fósforo y otros minerales esenciales para que las plantas crezcan.
Un fertilizante para plantas florales debe ser balanceado, para que les permita fortalecer sus raíces y tallos. Llegue a la época de floración en condiciones adecuadas para que sea una planta sana. Son detalles que debes cuidar, si es que te gustan las plantas florales en macetas y los abonos son importar, toma en consideración lo siguiente.
Granulares orgánicos
Una de las ventajas que tiene es que son fáciles de aplicar. Este tipo de abono para flores en macetas se caracteriza por una fórmula 1-1-1 o 2-2-2. Este tipo de abono se caracteriza por que ofrece una gran cantidad de micronutrientes que permite que las flores puedan desarrollarse siguiendo su ciclo de manera normal y que no sea afectada por los cambios climáticos ni por las plagas.
Líquidos químicos
No todo puede ser orgánico, hay quienes prefieren utilizar los fertilizantes químicos. Que pueden aplicarse directamente sobre las plantas y ofrecer resultados rápidos. Los líquidos químicos se aplican alrededor de la planta o con un atomizador sobre las hojas.
Este tipo de fertilizantes ofrece una composición 20-20-20 y 15-30-15. Aunque, existen formulas que son aun más especializadas con composiciones especiales. Estos florecedores pueden crear un proceso acelerado, por lo que se recomienda que exista un equilibrio al momento de utilizarlo.
Harina de hueso
Poco se escucha de este tipo de abono orgánico para las flores en macetas. Es uno de los mejores que se pueden utilizar para nutrir una planta. Consiste en triturar huesos que contienen cantidades altas de potasio. A pesar de que se podría preparar en casa, requiere de un proceso en el cual se pueda procesar de manera adecuada.
Este abono orgánico puede tener una fórmula 4-12-0. Siendo el fósforo el protagonista que permite que la planta pueda florecer. El método de uso es fácil, solo se tienen que abrir agujeros en la tierra que esta en la maceta y se coloca el polvo. A través de las raíces la planta comenzará a absorber los nutrientes.
Harina de pescado
La harina de pescado es uno de los abonos para las flores en maceta con mayor efectividad. Este permite que el nitrógeno, fósforo y potasio llegan a la planta a través del suelo. No queman las plantas, por lo que es ideal para usar en macetas.
Se puede combinar con la emulsión de pescado, que se puede conseguir fácilmente. Siendo un alimento foliar de alta calidad. Además, cuenta con sulfuro, que es ideal para fortalecer las raíces de la planta, aunque se encuentra en cantidades bajas.
Superfosfato
Este abono es una fórmula 0-20-0, la cual se centra en proporcionarle a la planta dosis altas de fósforo. Este se obtiene a partir de la roca de fosfato con ácido sulfúrico. Lo cual puede ser una combinación efectiva, pero se tiene que usar con mucho cuidado para que la planta no reciba cantidades excesivas que después no pueda metabolizar.
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