¿Cómo cultivar ajo en una maceta? ¿Y cuáles son sus beneficios?

Cómo cultivar ajo en una maceta

El ajo común (Allium sativum) es una de las plantas hortícolas más antiguas del mundo. Lo que aún mucha gente ignora es que comer ajo con el estómago vacío es una forma efectiva de prevenir y tratar muchas enfermedades. ¿Por qué? A continuación, te lo decimos:

¿Por qué deberías comer ajo crudo?

El ajo es una hortaliza especialmente apreciada por sus propiedades curativas. Debido al contenido de una sustancia biológicamente activa, la alicina, tiene un efecto bactericida y fungicida. También es una especia valiosa, con un sabor acre específico que le dan los aceites esenciales. Se utiliza en las industrias cárnica, pesquera y vegetal y en los hogares.

¿Cómo cultivar ajo en una maceta?

Puede comenzar a cultivar ajo con clavos o bulbos de aire producidos por variedades de invierno. Si decidimos utilizar el primer método, recordemos que el ajo para sembrar debe provenir de una fuente confiable, preferiblemente de un centro de jardinería probado.

Como muchas verduras y hierbas, el ajo también es adecuado para macetas. Solo tienes que proporcionarle un recipiente lo suficientemente profundo, ya que produce tallos largos. El cuidado del ajo solo no es difícil.

Cuidado del ajo en maceta

Paso 1: Hacer pequeños agujeros en el suelo y colocar en ellos un diente de ajo. Deben descansar a una profundidad de aproximadamente 10 cm.

Paso 2: Dirija la punta del diente hacia arriba (aquí es donde saldrá el primer brote de la nueva planta).

Paso 3: Planta los dientes de ajo con una distancia de al menos 15 centímetros entre ellos. A cada uno de ellos le crecerá una nueva cabeza.

¿Qué tipo de maceta usar para el ajo?

La maceta debe tener al menos 3 litros de tamaño. La profundidad de la maceta debe ser de al menos 25 centímetros.

¿Qué suelo usar para el cultivo del ajo?

El ajo prefiere suelo fértil, aireado y humus con un pH de aproximadamente 6,8. Elija uno que no contenga ningún nutriente nocivo. Si quieres, puedes aplicar un fertilizante natural.

Posición

El ajo necesita mucha luz y agua para crecer correctamente. Por lo tanto, una nueva planta debe plantarse en un lugar soleado.

Riego

El ajo debe regarse con frecuencia; la tierra debe mantenerse constantemente húmeda. Eso sí, no te puedes pasar con el riego, ya que la planta se puede pudrir.

¿Cuánto crece el ajo en una maceta?

Para que el diente de ajo forme una cabeza entera, tendrás que esperar unos 3,5 – 4 meses. Desafortunadamente, este proceso no se puede acelerar.

Ajo – propiedades curativas

El ajo es muy utilizado en la fabricación de medicamentos, ya que posee: propiedades bactericidas, fungicidas y antiateroscleróticas. Ayuda en la lucha contra:

  • diabetes
  • depresión
  • tifus

También es muy beneficioso para el sistema respiratorio. Ya que puede prevenir lo siguiente:

  • tuberculosis
  • asma
  • neumonía
  • bronquitis
  • secreción nasal crónica
  • congestión pulmonar
  • tos
  • También fortalece y aumenta la inmunidad

Además:

El extracto de ajo es muy eficaz en el tratamiento de la bronquitis crónica

40 gramos de ajo y 100 ml de alcohol. Picar el ajo y ponerlo en la botella, luego agregar el alcohol, cerrar herméticamente el recipiente. Dejar durante 5-6 días, luego colar. Consume una taza de este remedio todos los días.

Protección contra ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares

El ajo, como la aspirina, reduce significativamente la viscosidad de la sangre. Los estudios han demostrado que comerlo regularmente mejora la elasticidad de las paredes de los vasos sanguíneos, lo que mejora el flujo sanguíneo.

Apoya la digestión

El ajo también tiene un efecto beneficioso en nuestro sistema digestivo: acelera e intensifica la secreción de bilis, al tiempo que mejora el trabajo de los intestinos y previene la formación de flatulencias. Por lo tanto, es una excelente adición a platos de carne, grasos y difíciles de digerir.

También reduce la presión arterial, tiene propiedades anticancerígenas y rejuvenece: combate los radicales libres e inhibe la formación de nuevos, lo que retrasa el proceso de envejecimiento de la piel.