Plantas Tuberosas

Las plantas tuberosas son aquellas plantas que tienen tallos subterráneos engrosados en mayor o menor grado, como los cormos, pero no presentan la base aplanada; los tallos epigeos se pueden desarrollar desde diversas partes del tubérculo. La mayoría de los tubérculos se va engrosando a medida que la planta crece, pero hay algunos cuyas dimensiones se reducen.

Las raíces tuberosas aumentan su tamaño para almacenar las sustancias nutritivas. Estas raíces se desarrollan de forma radial a partir de la corona. De la corona se desarrollan también las nuevas yemas que dan origen a los nuevos tallos. En consecuencia, para la propagación se pueden desprender porciones de las raíces tuberosas.

Muchas de las plantas con las flores más hermosas de la naturaleza crecen a partir de bulbos o tubérculos, rizomas o cormos, en lugar de semillas.

Las plantas que pertenecen a estas categorías incluyen tulipanes y narcisos (bulbos), peonías y dalias (tubérculos), lirios (rizomas) y gladiolos (cormos). Los bulbos y tubérculos almacenan su nutrición bajo tierra y no les gusta la tierra empapada (son susceptibles de pudrirse).

Algunas plantas tuberosas, como las dalias, necesitan ser desenterradas en climas fríos para pasar el invierno en un lugar protegido. Otras, como los narcisos y los crocus, pueden dejarse en paz para que crezcan sin necesidad de sacarlas del suelo.

Diferencias entre tubérculos, bulbos y rizoma

Tanto los jardineros como los viveros y tiendas especializadas tienen la tendencia a llamar bulbo a cualquier raíz de planta redonda y nudosa, pero hay distinciones entre los verdaderos bulbos, cormos y rizomas. Aunque normalmente se plantan de forma similar, puede haber diferencias importantes. Por ejemplo, aunque la mayoría de los bulbos deben plantarse a una profundidad dos o tres veces superior a su circunferencia, el iris barbudo, que crece a partir de los rizomas, se pudriría si se enterrara a esa profundidad.

Tuberosas

En las plantas tuberosas no hay placa basal y el exterior tiende a ser coriáceo. Los tubérculos tienen ojos, o nodos de crecimiento, de los cuales crecen las nuevas plantas. Para propagar las plantas, todo lo que hay que hacer es levantar la planta y cortar los trozos sanos del tubérculo, cada uno con unos tres ojos.

Ejemplos de tubérculos incluyen anémona, ciclamen, caladium, dalia, lirio de día, peonía, batata y patata. Las raíces tuberosas, que son similares a los tubérculos de las plantas, también son tallos hinchados.

Para complicar aún más las cosas, también hay raíces tuberosas, como las begonias tuberosas. Al igual que los tallos hinchados, estas raíces hinchadas almacenan comida extra para la planta, pero no la propagan.

Bulbos

Muchos de los bulbos con flores que plantamos en otoño son verdaderos bulbos. Un verdadero bulbo es un tallo subterráneo con capas carnosas y escamosas que rodean un brote central. Las escamas son las bases de las hojas que almacenan alimentos y están adheridas a lo que se denomina una placa basal (la parte inferior del bulbo donde salen las raíces). El brote central es la futura flor.

Los bulbos se propagan formando versiones más pequeñas de sí mismos que se unen a la placa basal. Puedes separar estos brotes y plantarlos, para conseguir más plantas.

Hay dos tipos de bulbos verdaderos:

1. Los bulbos tunicados tienen una piel exterior de papel que protege las escamas, que son la fuente de alimento del bulbo. Tanto las cebollas como los tulipanes son de tipo bulbos tunicados.
2. Los bulbos imbricados o no tunicados no tienen una cubierta de papel. Permanecen gordos y húmedos. Los bulbos de lirio son un buen ejemplo de este tipo de bulbos.

Los ejemplos de bulbos verdaderos incluyen: alium, amarilis, narciso, lirio y tulipán.

Cormos

Pueden parecer un montón de piedras, pero los cormos son en realidad muy parecidos a los verdaderos bulbos. Al igual que los bulbos, son tallos subterráneos hinchados que almacenan alimento para la planta durante el período de latencia. A diferencia de los bulbos, los cormos son sólidos y no tienen escamas ni hojas carnosas. Como son sólidos, el brote, o punta de crecimiento, está en la parte superior del bulbo, en lugar de estar en el centro de las escamas del bulbo.

A medida que el cormo crece y consume los alimentos almacenados, el cormo se marchita y casi desaparece. Por suerte se forma un nuevo brote, aunque puede llevar unos años acumular suficientes reservas para florecer de nuevo.

Ejemplos de cormos incluyen: el azafrán, la fresia y el gladiolo.

Rizomas

Los rizomas también son tallos subterráneos, pero crecen horizontalmente (y a menudo rápidamente). Muchas plantas que pensamos que son agresivas o invasoras, como el bambú, crecen mediante los rizomas. Pero eso no hace que todas las plantas rizomatosas sean una plaga. El iris barbudo se propaga lentamente y es fácil de controlar. La mejor opción para cultivar plantas rizomatosas es mantenerlas en maceta.

Ejemplos de rizomas incluyen: el bambú, el lirio de cala, el canna, la hiedra terrestre, el lirio barbado, el lirio de los valles y el nenúfar.