Nos encantan los girasoles porque son un símbolo del verano, pero ¿cómo cultivarlos en el jardín?
Decoración y uso
El cálido nombre completo de estas plantas proviene del hecho de que los girasoles siempre apuntan sus flores hacia el sol. Su cultivo es relativamente sencillo. Cuando el riesgo de heladas es bajo (mediados de abril, principios de mayo), es el mejor momento para sembrar girasoles. Son plantas grandes, que alcanzan los 2,5 m, por lo que cuanto más alta sea la variedad, más espacio necesita.
Sembramos 2-3 semillas a una profundidad de 5-8 cm, con un espacio de 50 x 75 cm, e incluso más. Para asegurarse de que las semillas se conviertan en algo, puede sembrarlas ya germinadas una semana antes (sobre lignina húmeda). Después de que broten, se debe hacer un corte, dejando un espécimen más fuerte.
Los girasoles no toleran bien el trasplante; por ello debemos elegir lugares bien iluminados por el sol y resguardados del viento, y con el fin de conseguir una buena cosecha, rica en nutrientes.
¿Qué hay sobre su cuidado?
Durante su crecimiento, estas plantas necesitan ser alimentadas con abono, prestando especial atención a la correcta cantidad de potasio, boro y molibdeno. Los girasoles tienen raíces largas y fuertes, por lo que la tierra debe labrarse profundamente, tener un buen drenaje, pero ser lo suficientemente fuerte (pesada) para sostenerlos. A los girasoles les encanta el agua, pero no nos excedamos, porque tienen tendencia a pudrir las raíces, y en suelos agitados y sueltos, los girasoles pueden volcarse fácilmente. Podremos disfrutar de hermosas flores de julio a septiembre.
Cosecha de girasol
La mayoría de las veces cae en septiembre, pero cuando las hojas comienzan a secarse y los pétalos de las flores caen, y la parte posterior del girasol («cabeza») se vuelve amarilla, luego marrón, es hora de cosechar. Recuerda, sin embargo, que no solo nos gustan las semillas de girasol, sino también a las aves, por lo que, para protegerlas de la cosecha, puedes poner una red tupida pero aireada, una bolsa de papel o una gasa sobre los discos de girasol.
El girasol es fuente de salud
Las semillas de girasol son excelentes para ensaladas o productos horneados, pero también son un sabroso refrigerio crudo. Son una valiosa fuente de vitaminas A, D y E y del grupo B, proteínas, ácidos grasos insaturados, así como sales minerales: zinc, calcio, hierro y potasio. Las infusiones en forma de té de hojas secas y flores recolectadas en verano se recomiendan para problemas del aparato digestivo, fiebre, enfermedades pulmonares y reumatismo.
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