¿Cómo cuidar un bonsái?

Cómo cuidar un bonsái

El bonsái es una planta de personalidad compleja e interior. Cuidado según sus necesidades, te acompañará siempre, dándote paz y tranquilidad y dándote energía interior positiva. Es adecuado para un interior minimalista, pero es adecuado para una multitud de espacios y decoraciones. El bonsái proviene de China, pero es un símbolo de Japón, ya que los monjes budistas lo trajeron a Japón en los siglos X y XI.

¿Por qué elegir un bonsái?

Es de larga vida. En comparación con otras plantas, esta es una compañera de larga distancia; puede vivir, si se cuida adecuadamente, de 50 a 80 años.

El árbol crea una relación especial con su dueño. Esta especie es orgánica, conecta con su dueño, le responde y crea una conexión eterna con su cuidador.

Emite energías positivas en el entorno en el que vive. Sentirás una mejora si lo incorporas a tu entorno de trabajo u hogar, y conectarás con la naturaleza y la tierra, siendo el bonsái un excelente medio para hacerlo.

Algunos consejos para un bonsái longevo

Ubicación muy específica. Los bonsáis prefieren lugares con luz natural, pero no la coloques directamente al sol. Tampoco recomendamos colocarlo cerca de fuentes de calor, especialmente cerca de un radiador. La exposición a altas temperaturas aumentará la necesidad de agua y puede hacer que se seque.

Las plantas necesitan mucha luz, por lo que apreciarán si se sientan junto a una ventana. La altura también es importante, por lo que una planta colocada sobre la mesa dará un mejor rendimiento que una colocada en el suelo.

¿Dentro o fuera? Dada la naturaleza caprichosa de este árbol, recomendamos su ubicación en interiores, para evitar la exposición directa al sol o la humedad excesiva, así como los cambios bruscos de temperatura.

El suelo adecuado. Los bonsáis son caprichosos, por lo que recomendamos utilizar un sustrato para bonsái, que asegure el drenaje y evite la acumulación de humedad excesiva. El sustrato típico es una mezcla de arcilla, arena y turba, enriquecida con nutrientes. La fertilización se realiza dos veces al año con nutrientes dedicados a la especie, principalmente en primavera y verano.

Condiciones de humedad. Por regla general, el riego del bonsái se realiza cuando la tierra de la superficie de la maceta está seca. Su suelo siempre debe estar húmedo, pero no empapado de agua. Por lo tanto, recomendamos perforar la maceta para drenar el exceso de agua.

El riego se realiza según sea necesario, pero una vez a la semana deberá usar riego por inmersión, es decir, sumergir la maceta en una olla de agua. Para la inmersión, sumergirá la planta en agua, hasta que no aparezcan más burbujas de aire en la superficie de la tierra de la maceta. Pasado ese tiempo, se debe sacar del agua y dejar escurrir.

Las plantas prefieren una atmósfera húmeda, por lo que también puede rociar el árbol con agua pulverizada y mantenerlo a temperaturas más bajas. Como recomendación, para un buen rendimiento, utilice agua tibia para regar, no fría.

Trasplante de bonsáis. Un árbol joven necesitará ser trasplantado alrededor de los dos años, mientras que uno más viejo solo necesitará ser trasplantado alrededor de los 4-5 años. Esto implica tanto cambiar el suelo como recortar las raíces.

Toma un descanso. La fertilización también requiere descanso, así que evite fertilizar o enriquecer con nutrientes con demasiada frecuencia. En invierno, no se recomienda la fertilización.