Las más hermosas flores para sembrar en macetas

Lantana

La mejor forma de comenzar un jardín sin gastar mucho dinero es plantando semillas. Estas no solo son mucho más económicas que las plantas ya adultas, pero también te dan la oportunidad de cultivar muchas plantas a la vez y de diferentes especies.

Las más hermosas flores para sembrar en macetas. La mejor forma de comenzar un jardín sin gastar mucho dinero es plantando semillas. Estas no solo son mucho más económicas que las plantas ya adultas, pero también te dan la oportunidad de cultivar muchas plantas a la vez y de diferentes especies. Así que para que comiences tu proyecto con mucho éxito, aquí te presento algunas de las especies que menos trabajo dan a la hora germinar sus semillas.

Cineraria; Calceolaria

Las Calceolarias (cuyo nombre completo es Calceolaria herbeohybrida) tienen un aspecto particularmente exótico, con flores en forma de bolsillo en un amplio abanico de colores y tonos a excepción del azul. Las flores a menudo están manchadas en colores en contraste, lo que les da un efecto muy alegre. Pueden crecer del mismo modo que las Cinerarias y también ellas cuentan con tipos Multiflora de flores pequeñas y tipos de flores gigantes. Recientemente se han introducido hibridos F1, nítidos y compactos, que florecen muy poco tiempo después de ser sembrados, siendo especialmente adecuados para macetas de invierno. Los nuevos híbridos F1 de Calceolaria integriflora son excelentes para urnas de ventana o macetas de flores de verano, lo mismo que para plantar en un jardín al aire libre. Poseen flores más pequeñas que otras Calceolarias, en brillante color amarillo, y pueden ser cultivadas como plantas anuales.

Calceolaria
Calceolaria

Schizanthus; Salpiglossis

Los híbridos de Schizanthus (orquídea del pobre) poseen un gracioso follaje semejante al del helecho que recuerda a mariposas exóticas. Presentan todos los colores y combinaciones cromáticas posibles y a menudo tienen bonitas marcas.

Hay variedades enanas y otras más altas de flores grandes. Se pueden sembrar en dos periodos de tiempo: en otoño, para que crezcan durante el invierno y disponer de una magnifica exhibición en primavera, y desde el comienzo de la primavera hasta el comienzo del verano para que florezcan en verano y otoño.

El crecimiento de las plantas sembradas en otoño necesita ser detenido —cortando los ápices de crecimiento— de vez en cuando para inducir un crecimiento arbustivo con abundantes ramas laterales. Esta operación se hace primero cuando las plantas no son más que plantones y después cuando las ramas laterales han crecido varios centímetros. El crecimiento de las ramas formadas puede ser detenido de nuevo a medida que van saliendo, y así cada una ostentará al final masas de capullos. No hay que podar ya, sin embargo, a partir del final del invierno, para que puedan formarse los capullos de las flores.

Las plantas sembradas en primavera pueden ser podadas una vez más, pero a algunas de las variedades enanas se las puede dejar “a su aire”. Las plantas sembradas en otoño necesitan al menos una maceta de 17 cm para el florecimiento definitivo. Las sembradas en verano requieren macetas de 10 ó 12 cm. En invierno hay que evitar la congelación y que mantener las plantas ligeramente sombreadas cuando florezcan. Pueden necesitar cañas como apoyo.

Recientemente se han hecho grandes progresos en virtud del desarrollo del hibrido de Salpiglossis, denominado “Splasho”. Es una planta más corta, más fuerte y más vigorosa que los antiguos híbridos comunes. Las flores son maravillosas: brotan libremente en forma de trompetilla y presentan ricos colores normalmente con venas doradas.

Lo mismo que sucede con los Schizanthus, se puede sembrar en otoño y al comienzo de la primavera. En este caso solamente es necesaria una poda cuando. Los plantones miden unos pocos centímetros, aunque las plantas que se cultiven durante el invierno pueden, ser podadas una segunda vez si se quiere. También como los Schizanthus, estas plantas necesitan cañas para apoyarse. Generalmente es suficiente con macetas de 12 ó 14 cm para que florezcan. Las Salpiglossis son enormemente resistentes y algunas veces hasta perennes.

Schizanthus
Schizanthus

Plantas de florecimiento rápido

Una de las plantas procedente de semillas que florecen con mayor rapidez es Cuphea ignea. A menudo produce sus primeras y originales flores cuando aún no es más que un plantón; son tubulares y de color escarlata con las puntas negras. El florecimiento se mantiene mientras la planta se desarrolla hasta que finalmente, cuando esta ya ha crecido del todo, aparece cubierta de flores. Es la mejor Cuphea y forma una planta nítida, arbustiva, que no necesita una maceta mayor de 9 cm.

Cuphea
Cuphea

Encantadora para macetas poco profundas (aunque quizá sea necesario un soporte con unos cuantos palos finos), o a veces para recipientes colgantes, es Lobelia tenuior. Se parece a las conocidas Lobelias de jardín, a excepción de que sus flores son mucho más grandes y de un color azul muy bello. Para estimular a esta planta arbustiva hay que podar los plantones cuando alcanzan los 8 cm de altura. Se pueden poner varios en cada maceta de 15 cm.

Lobelia
Lobelia

Como la planta es bastante delicada, es mejor dejar la siembra hasta que llegue el tiempo cálido de la primavera. Otra especie de flores anuales, y con los capullos de una forma muy poco usual, es Torenia fournieri. También puede sembrarse más adelante si el tiempo no es cálido todavía. Asimismo puede crecer en macetas bajitas o en recipientes colgantes, aunque es menos adecuada para ello que Lobelia tenuior.

De un modo similar crece Exacum affine, de dulce fragancia y también de color púrpura azulado. En condiciones cálidas continuara floreciendo hasta el invierno y llenará el invernadero o la sala con su aroma, aunque las flores no son grandes ni vistosas, pero sí bastante bonitas. Recientemente han aparecido algunas variedades enanas, pero puede que hayan perdido algo de su aroma. Para garantizar la fragancia se aconsejan las variedades antiguas que, en cualquier caso, rara vez superan los 70 cm.

Plantas anuales de jardín

La mayoría de las populares plantas anuales de jardín pueden crecer en macetas, siempre que gocen de aire fresco y luz, pero algunas se adecuan especialmente a interiores, como sucede con los Schizanthus y Salpiglossis que acabamos de describir. Las petunias dobles constituyen delicados especímenes con enormes capullos con olor a clavo y a veces de dos colores, rosa o rojo y blanco. Las petunias simples Grandiflora son también delicadas plantas de maceta con grandes flores en forma de trompetilla, a veces con los bordes escarolados. La variedad «El toro», hibrido Fl, resulta llamativa por su color rojo vivo y su textura aterciopelada.

Petunia
Petunia

Hay asimismo delicadas plantas de maceta entre las variedades de Begonia semperflora, de la que se conocen muchas. La mayor parte de los híbridos F, resultan recomendables. Los tipos de flores grandes, como «Muse Rose», y los que tienen el follaje jaspeado, tales como «Colour Queem, son especialmente adecuados para macetas.

Otra especie que goza de gran predicamento es Phlox drurnmondii, que también puede ser sembrada en otoño para florecer durante el invierno y la primavera siguientes. Las semillas de estas flores nítidas y compactas se pueden comprar por colores separados o mezclados.

Phlox
Phlox

Celosia plumosa es una nítida planta de maceta con plumas muy decorativas. Las mejores variedades están coloreadas en oro y rojo brillante, y también hay algunos tipos enanos que crecen s6lo 25 6 30 cm de altura en lugar de los usuales 70 cm a 1.20 m. Celosia cristata, con sus extraños peines aterciopelados en diversos colores, probablemente parece más efectiva cuando se ve de cerca en macetas que cuando crece al aire libre. Recomendamos la variedad enana «Joyero».

Celosia
Celosia

Plantas anuales o perennes

Se pueden cultivar varias plantas extremadamente adecuadas para florecer con gran rapidez, como por ejemplo las anuales, pero se puede evitar que florezcan en años siguientes si se desea. Algunas veces, las plantas con las mejores flores o los mejores colores se pueden conservar sin ellos, dependiendo la cuestión del espacio disponible.

Una de las más importantes es la Gerbera, ahora fácil de conseguir en forma de híbridos: todos ellos florecen bien el primer año de siembra. Son buscados con avidez por los floristas, debido a que sus capullos son excelentes para esquejes, y los grandes brotes con forma de margaritas presentan los colores y tonos sutiles más singulares y bellos.

Gerbera
Gerbera

También hay formas dobles y semidobles, como la «Thurman’s Double», pero estas no son realmente tan graciosas. Hay que sembrarlas tan al comienzo de la temporada como sea posible y plantarlas en macetas de 12 cm para que florezcan. En condiciones frías, a menudo se producen flores a lo largo de los meses del invierno como suplemento a la exhibición principal del verano.

Los híbridos de Lantana tienen flores parecidas a las de la Verbena. Los nuevos híbridos son enanos y poseen colores mezclados. Sembrar también la semilla lo más pronto posible, con una temperatura de unos 20 °C, y plantar en macetas de 12 cm.

Lantana
Lantana

Una de las plantas más notables que se han introducido recientemente es el hibrido Hibiscus «Southern Belle». A partir de una primera siembra, el crecimiento es asombrosamente rápido, y en 5 meses o menos las plantas alcanzan una altura de 1,5 metros, y ostentan las flores más enormes en forma de amapola, a menudo de 30 cm de anchura. Los colores son carmín, rosa o blanco con centros carmín. Las flores duran solo dos días, pero nacen continuamente. Al final de la temporada se pueden cortar las plantas y mantener las casi secas durante el invierno.

Las azucenas tienen fama de tardar mucho en florecer después de la siembra. Lilium formosanum constituye una notable excepción: florece como una planta anual con mucha facilidad. La variedad que se puede conseguir es «Pricei», que crece hasta 80 cm ó 1 m de altura en macetas.

Sembrarla pronto: producirá bellos y fragantes brotes blancos en forma de trompeta para el verano. Unos cinco brotes puede necesitar el primer ario una maceta de 20 a 25 cm. Merece la pena guardar los bulbos que se hayan formado durante el invierno. Pueden ser plantados por separado al comienzo de la temporada siguiente.