Los hermosos árboles para interiores

Araucaria

Uno de los más hermosos árboles de interiores la araucaria excelsa, Araucaria excelsa. Procede de una isla próxima a Nueva Zelanda y presenta ramas dispuestas en hileras que irradian desde un tronco central describiendo una forma extremadamente elegante.

Necesita buena luz y frío: unos 13° C. Si no tiene luz suficiente o repartida por igual alrededor de toda ella, girar regularmente, para obtener un crecimiento simétrico. Cuando riegue, hágalo sobre el lado más seco, sobre todo en invierno. Las plantas jóvenes crecen de sus semillas sin dificultad.

Cussonia; Schefflera

Tres plantas bastante similares que alcanzan un tamaño considerable bastante rápida-mente son Cussonia spicata, Heptapleurum arboricola (para otros, Scheffera venulosa erystrastachys) y Schefflera actinophylla (conocida comúnmente como Magnolia tripétala, pero también llamada Brassaia actinophylla). Todas ellas tienen hojas palmeadas que irradian como dedos de una mano del extremo del peciolo. Cussonia crece muy rápidamente y quizá sea la planta ideal para llenar un vacío con rapidez. Sin embargo, hay que tener cuidado al moverla; los tallos se parten con mucha facilidad.

La Magnolia tripetala posiblemente sea la más atractiva de todas las plantas frondosas grandes de interior, combinándose en ella la elegancia con el impacto. No es difícil de cuidar. Sin embargo, cuando se trata de plantas pequeñas, prefieren una mezcla más turbosa.

Heptapleurum es relativamente una recién llegada como planta de interior comercial pero resulta muy atractiva y es sorprendentemente duradera. Sus hojas poseen una forma muy similar a las de Schefflera, pero de un tamaño mucho menor, y tiene la ventaja de crecer bien sean cuales sean sus dimensiones. Si se le deja la cabezuela, constituye una planta soberbiamente alta; si se le quita el botón de crecimiento se convierte en una planta muy atractiva, pero más achaparrada.

Ficus elastica

La higuera cauchera, o higuera índica elástica, Ficus elastica, necesita poca introducción, ya que indudablemente es la planta arbórea de interiores más conocida. La variedad más corriente es F. elastica «Robusta», de grandes hojas, que representa una mejora sobre F. elastica «Decora», variedad ya de por sí mejorada que fue introducida tras la segunda guerra Mundial.

Todas las plantas de este tipo necesitan una temperatura aproximada de 13° C para medrar y además buena luz, aunque debe protegérselas de la luz solar directa. El riego excesivo es una razón fundamental para su ruina; debe dejarse que su sistema de raíces se seque un poco entre riego y riego.
La mayoría de estas plantas crecen como un soberbio tronco único, pero no es difícil hacer que, al llegar a cierta altura, adopten una forma más arbórea. Para eso, cuando midan ya unos dos metros de altura se les corta el punto de crecimiento con un cuchillo afilado, con lo cual se estimula el desarrollo de ramas laterales. Mientras sus raíces estén confinadas en un tiesto, la planta tardará de 10 a. 15 años en convertirse en un árbol de altura respetable. Pero en mejores condiciones, con más espacio para el crecimiento de sus raíces, el desarrollo es más rápido.

No son más que castillos en el aire las esperanzas de conseguir plantas arbóreas de este tipo con cualquiera de las otras variedades que a veces podemos adquirir. Son más delicadas y su crecimiento es más lento que el de las variedades completamente verdes. Sin embargo, con la luz adecuada, condiciones de calor y el riego especialmente cuidadoso, hay tres tipos jaspeados que puede cultivarse también en interiores. Se trata de las variedades «Doescheri», cuyas hojas tienen manchas verde brillante y verde oscuro, bordes dentados y (en las plantas jóvenes) un tinte rosa; «Schryveriana», que es la que crece con menos dificultades y posee hojas con los bordes color crema y manchas también color crema y verde oscuro; y la todavía más rara «Tricolor», cuyas hojas presentan manchas amarillas, verde pálido y verde oscuro.

Ficus de hojas más pequeñas

F. macrophylla y el árbol de goma laca (F. religiosa) no suelen trabajarse en los invernaderos comerciales y resultan difíciles de obtener. De hecho, son plantas más bonitas cuando crecen como arbustos más compactos que cuando lo hacen como árboles altos. Se aconseja, pues, cortarlas por el punto de crecimiento una vez que han alcanzado úna altura razonable. Resulta casi inevitable que pierdan algunas hojas durante los meses más duros del invierno, y serán muchas las que pierdan si las raíces están excesivamente húmedas.

Sin duda alguna el más popular de todos los ficus de hojas más pequeñas, F. benjamina (higuera llorona) también es el más fácil de obtener. Puede llegar a medir de 3 a 5 metros, aunque tarde mucho en alcanzar esa altura. Durante este tiempo, el tronco adquirirá un aspecto semejante al del abedul europeo que le hará más atractivo. Y lo que es muy extraño: cuando esta planta madura y alcanza una altura considerable, parece mucho más fácil de cuidar y tolera severas podas sin efectos nocivos aparentes. Atando un tronco joven y flexible a una vara firme, se puede conseguir que crezca en sentido horizontal; la planta resultante es muy indicada para adornar una maceta de interiores.

Otros tipos de árboles de interior

Hay diversas Dracaenas y plantas similares que pueden alcanzar proporciones arbóreas con el tiempo. Prácticamente lo mismo se aplica a algunos de los arbustos más grandes como Grevillea robusta y Dizygotheca elegantissima.