Los mejores árboles para hacer bonsái

Los mejores árboles para hacer bonsái

Los mejores arboles para hacer bonsai. El bonsái es una técnica que permite cultivar árboles y arbustos en tamaño reducido. Su nombre define precisamente esa característica «cultivo en bandeja».

Los mejores arboles para hacer bonsai. El bonsái es una técnica que permite cultivar árboles y arbustos en tamaño reducido. Su nombre define precisamente esa característica «cultivo en bandeja». Sin embargo, no todos los árboles pueden ser utilizados para tal fin; por ejemplo, los de hojas grandes como el Castaño de Indias, los de crecimiento muy rápido como la Acacia Procera, o aquellos de larga vida como el Guaje.

A continuación te presentamos algunos de los mejores árboles para bonsái:

El arce

Existen numerosas variedades que se pueden usar para distintos tipos de bonsái. Una de las más apropiadas es el arce japonés debido a su vistosidad. Sus hojas lobuladas son de rojo púrpura transparente en primavera, más tenues en verano y rojo violáceas en otoño. En su desarrollo adopta la forma de pirámide. Tolera bien los ambientes soleados y ventilados, pero si la temperatura excede los 16°C necesitará un poco de sombra para que no se dañen sus hermosas y llamativas hojas. Como la mayoría de los arces requiere un suelo con buen drenaje y fértil.

El baobab

En su ambiente natural es un árbol gigantesco y, por eso llama mucho la atención verlo como bonsái sin perder un ápice de su majestuosidad. Según una leyenda, eran tan presumidos que un dios celoso decidió invertir su forma: enterrando sus ramas y que las raíces crecieran hacia arriba. Tiene hojas lobuladas y flores con pétalos blancos. Necesita de áreas soleadas y cuidados en invierno.

El ficus

Dentro de la gran variedad de especies existen, particularmente dos que se adaptan bien para ser transformadas en bonsái. Una es el retusa, muy conocido como planta ornamental, que tolera las temperaturas muy frías y, la otra es el ficus religiosa donde destacan sus raíces áreas que le dan una apariencia muy singular. Esta variedad necesita ambientes soleados, por lo menos seis horas diarias, y cuidarlo de las bajas temperaturas.

El boj

Es otra especie estupenda para convertirse en bonsái. Es duro y resistente, se puede cultivar tanto al sol como a la sombra, resiste muy bien la intemperie, solo hay que protegerlo de las bajas temperaturas en invierno. No requiere mayor cuidado y mantenimiento, por lo que es recomendable para aquellos que se inician en este arte.

El enebro

Es muy popular entre los cultivadores del bonsái. Tiene hojas en forma de aguja ubicadas en oposición sobre las ramas. Es especie de exteriores pues necesita buena iluminación y calor. No requiere mayor mantenimiento.

El mirto

El mirto es otro árbol que se puede convertir en un atractivo bonsái. Es de follaje perenne muy denso con hojas lanceoladas y relucientes. Dependiendo de la variedad sus flores varían desde el gris  hasta el rosa. Requiere mucho Sol para florecer y cuidados en invierno. En la Grecia antigua, el mirto o arrayán, estaba asociado a la diosa Afrodita y simbolizaba tanto la fecundidad como la fidelidad.

La carmona o té de Filipinas

Sus hojas de color verde intenso, flores de un blanco reluciente y unas pequeñas bayas de color rojo, configuran una apariencia que hacen de este arbusto un candidato ideal para el bonsái. Es una típica especie de interiores en zonas frías, pero en climas cálidos pueden estar en los exteriores. No requiere mayor mantenimiento, más allá de un suelo fértil y fácil drenaje.

El olmo chino

Debido a su versatilidad y adaptabilidad a diferentes temperaturas, luz y condiciones de  humedad es una buena opción para los que se inician en el bonsái. Tiene hojas pequeñas ovaladas, dentadas y terminadas en punta son de un verde intenso que cambia de color a naranja, rojo y amarillo durante el otoño. Su mantenimiento es mínimo, solo se debe tener cuidado con las corrientes de aire.

Consejos para tener en cuenta cuando quieras hacer un bonsái

  • Si te vas a iniciar en este antiguo arte, mejor es que empieces con las especies que sean de tu zona y no requieran mayor mantenimiento.
  • Ante de adquirir la especie que has escogido verifica que esté sana, que tenga muchas raíces y en buen estado, observa las ramas, hojas por ambos lados. Si notas que están amarillas o secas, no la compres.
  • Una vez adquirida la especie debes pasarla a un recipiente más grande, para que sus raíces puedan expandirse con comodidad. Utiliza un sustrato universal o mezclado con perlita.
  • Al comienzo riégala bien y abónala cada dos semanas. Su ubicación dependerá si la especie es de interiores o exteriores. ¡Buena suerte!